Cómo evaluar a quien no conoces

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El valor del open banking, una estrategia a imitar por el sector asegurador

El open banking ya no es una promesa de futuro: es una realidad que está transformando cómo las entidades financieras evalúan a sus clientes. Gracias al acceso, siempre con consentimiento del usuario, a datos bancarios como ingresos, gastos o domiciliaciones, los procesos de evaluación de riesgo han ganado en agilidad, objetividad y precisión. Esta información permite analizar la salud financiera incluso de quienes no tienen historial crediticio, rompiendo una de las barreras clásicas del sistema financiero.

Ahora las tecnologías avanzadas de categorización y modelado permiten entender con detalle los patrones de ingreso, estabilidad y gasto de un usuario nuevo, como si tuviera años de relación con la entidad. Esto mejora la calidad del análisis y la experiencia del cliente: ya no es necesario enviar documentación escaneada, basta con conectar el banco para compartir los datos. El proceso es más rápido, más cómodo y reduce el abandono.

Además de facilitar la concesión de crédito a perfiles tradicionalmente excluidos (como jóvenes o nuevos residentes), el open banking ayuda a asignar límites de riesgo más ajustados y a mantener la morosidad bajo control. En mercados como España, ya se ha convertido en una práctica estándar para los créditos al consumo.

¿Y el sector asegurador?

Frente a estos avances en banca, el sector asegurador todavía tiene recorrido. Aunque el concepto de open insurance (la aplicación del mismo principio de acceso a datos transaccionales en seguros) empieza a ganar presencia, su adopción es aún limitada. Sin embargo, el potencial es enorme, especialmente en productos con componente financiero como los seguros de salud con pago fraccionado, de vida con ahorro o los seguros embebidos en productos de crédito.

En todos estos casos, conocer mejor la capacidad de pago del cliente, su estabilidad financiera, su nivel de endeudamiento e incluso sus hábitos a través de su operativa, permitiría reducir riesgos como el impago o la cancelación anticipada. El análisis de datos bancarios puede ser clave en la prevención del fraude, permitiendo verificar si la situación financiera declarada por el asegurado coincide con la real.

Pero el valor no se limita al riesgo. Desde el punto de vista comercial, los mecanismos del open banking pueden ayudar a identificar oportunidades: clientes con hipoteca sin seguro de hogar, familias sin seguro de vida, o patrones de consumo que revelan cambios vitales. Esto permite ofrecer productos más relevantes, ajustar las condiciones a la capacidad real del cliente y mejorar la fidelización.

Mucho potencial, poca adopción 

¿Por qué no se ha implantado aún de forma masiva en seguros? Hay varias razones: especialmente culturales y de percepción de valor. A diferencia del crédito, el cliente no siempre ve clara la ventaja de compartir sus datos bancarios para contratar un seguro. Además, no todos los proveedores tecnológicos están preparados para traducir esos datos en variables útiles para pricing, suscripción o retención. 

Sin embargo, con márgenes cada vez más ajustados y clientes más exigentes, el open insurance puede convertirse en una herramienta estratégica. No se trata solo de replicar lo que hace la banca, sino de reinterpretar el valor de los datos financieros desde la lógica del seguro. Las aseguradoras que se adelanten, apoyándose en el socio tecnológico adecuado, podrán segmentar mejor, personalizar sus ofertas y construir relaciones más sólidas desde el inicio. 

El open banking ya está revolucionando el crédito. El seguro tiene ahora la oportunidad de dar el siguiente paso. 

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